Tenía mi tesoro que era hermosa, que era feliz y así me hacía a mi, me enseñaba, me respetaba, me quería con toda el alma y así la quise yo.
Ocurrió que mi tesoro me prometió otro pequeño tesoro, que me haría aún mas feliz, que sería hermoso, cariñoso, y que me iba a querer también con toda el alma y así lo querría yo.