Desde Solucar nos dirigimos Stefan y yo hacía la Dehesa de Abajo aprovechando la espectacular tarde de nubes en el horizonte justo por donde en breve se pondría el sol.
No había tiempo que perder pues el trayecto desde la central solar es largo, ya casi llegábamos y el sol se puso a nuestras espaldas, no obstante continuamos nuestra carrera hasta lo que fue un espectacular juego de colores en el cielo y de reflejos en las aguas someras de la Dehesa.