Durante la estación de cría, principalmente, los flamencos muestran comportamientos ritualizados que se hacen de manera sincronizada por muchos individuos a la vez. Los más característicos implican que el cuello está extendido verticalmente, con la cabeza apuntando hacia arriba y hacia la izquierda y derecha alternativamente. También se abren las alas, momentánea y repetitivamente, mostrando sus llamativos colores negro y carmesí, lo que provoca en la colonia una especie de centelleo de color. Este tipo de comportamiento parece ser muy contagioso y cuando algunos individuos comienzan a realizarlo rápidamente se propaga por toda la colonia.
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